El Rebollo
Junto a otros compañeros de vida, ahora ya ausentes, El Rebollo compartía la dicha de haber sido olvidados por el filo del hacha. Apartados de todo, su madera parecía inmune a ser convertida en leña o carbón. Y ahora, a pesar de su senectud, sus hojas aterciopeladas siguen acariciando el viento cada primavera.