El Mirador de Peña Carrias
Enmarca una de las mejores imágenes de la peña. Esta larga y afilada muralla caliza, resto de la antigua cobertera caliza del anticlinal de Lahoz constituye el límite natural entre Burgos y Álava y por su dificultad es una de las más cortejadas entre los escaladores de la zona.
Se cuenta que fueron los vecinos del pueblo de Corro quienes hicieron, a huevazos, el agujero que atraviesa la pared con la intención de poder ver el precioso reloj de la iglesia de Arroyo, pero en realidad fueron los procesos erosivos los que ocasionaron este ojo, así como la «Rueda del Mediodía » cuyo nombre se debe a que justamente a esa hora se muestra completamente iluminada.